¿QUIÉN DEBE LEER LIBROS TEOLOGÍA?
La teología bíblica es para todos. Ciertamente, toda persona necesita ser un teólogo. En realidad, toda persona es un teólogo —de una u otra clase.
La teología es un viaje que nos invita a explorar y comprender la fe cristiana en todas sus dimensiones.
Desde la teología sistemática, que organiza y sistematiza las creencias fundamentales del cristianismo, hasta la teología bíblica, que nos sumerge en el estudio e interpretación de las Escrituras, y la teología moral, que nos reta a vivir éticamente según los principios cristianos en el mundo actual.
En nuestra biblioteca digital, ofrecemos una amplia selección de libros de teología en formato PDF para descargar, que abarcan diversas áreas teológicas y te permiten enriquecer tu comprensión de la fe cristiana.
La teología sistemática es un pilar central en el estudio teológico, ya que se adentra en temas fundamentales como la Trinidad, la salvación, la iglesia y los sacramentos.
A través de nuestros libros en PDF, podrás explorar los aspectos centrales de esta disciplina y profundizar en tu conocimiento de la fe cristiana.
La teología bíblica, por su parte, te invita a adentrarte en el trasfondo histórico, cultural y literario de la Biblia. Nuestros libros teológicos en PDF te brindarán una visión más completa de la revelación divina y te ayudarán a interpretar los temas teológicos presentes en la narrativa bíblica.
La teología moral es esencial en nuestra vida cotidiana, pues nos desafía a vivir éticamente a la luz de los principios cristianos. A través de los libros disponibles en nuestra biblioteca, podrás reflexionar sobre la ética personal, la justicia social, la bioética y la ética sexual, y descubrir cómo aplicar estos principios en tu día a día.
Además, te ofrecemos libros de teología histórica, que te sumergirán en el estudio del desarrollo y la evolución de la teología a lo largo de los siglos. Estos libros te permitirán
comprender mejor las raíces y fundamentos de la fe cristiana, y cómo diferentes corrientes de pensamiento teológico han impactado en la Iglesia y la sociedad.
Cada persona, independientemente de su formación o creencias, es en cierta medida un teólogo.
Todos pensamos acerca de Dios y expresamos esos pensamientos de alguna manera. Incluso los ateos y aquellos que siguen religiones no cristianas tienen sus propias teologías, ya sea negando la existencia de Dios o adorando deidades falsas.
Es por eso que te invitamos a estudiar teología y descubrir la profundidad de tus pensamientos acerca del Dios verdadero. A través de nuestros libros en PDF, podrás ensanchar tu mente y permitir que tus reflexiones sobre Dios afecten también tu vida.
No pierdas la oportunidad de sumergirte en el fascinante mundo de la teología. Descarga nuestros libros de teología en formato PDF y comienza a explorar y expandir tus horizontes teológicos. ¡Descubre la riqueza de la fe cristiana y su impacto en tu vida!
La teología es un campo amplio y multifacético que busca comprender y reflexionar sobre la naturaleza de Dios, la revelación divina, la fe, la doctrina y su aplicación práctica en la vida diaria.
A lo largo de la historia, se han desarrollado diferentes enfoques y perspectivas teológicas, cada uno con sus propias características y énfasis particulares.
En nuestra biblioteca digital, te ofrecemos una amplia selección de libros de teología en formato PDF para descargar. Desde la teología sistemática hasta la teología bíblica, la teología moral, la teología histórica y muchas más, encontrarás una variedad de obras que exploran y profundizan en cada área específica.
La teología sistemática busca organizar y sistematizar las creencias y enseñanzas fundamentales del cristianismo, abordando temas como la Trinidad, la salvación, la iglesia y los sacramentos.
A través de nuestros libros en PDF, podrás adentrarte en los aspectos centrales de esta disciplina y enriquecer tu comprensión de la fe cristiana.
La teología bíblica se centra en el estudio e interpretación de las Escrituras, investigando los temas teológicos que se desarrollan a lo largo de la narrativa bíblica. Estos libros te ayudarán a profundizar en el trasfondo histórico, cultural y literario de la Biblia, brindándote una visión más completa de la revelación divina.
La teología moral aborda cuestiones éticas y morales desde una perspectiva teológica, explorando temas como la ética personal, la justicia social, la bioética y la ética sexual.
A través de los libros disponibles en nuestra biblioteca, podrás reflexionar sobre cómo vivir una vida ética y comprometida con los principios cristianos en el mundo actual.
La teología histórica se sumerge en el estudio del desarrollo y evolución de la teología a lo largo de los siglos, examinando las diversas corrientes de pensamiento teológico y su impacto en la Iglesia y la sociedad.
Descargar libros de teología histórica te permitirá comprender mejor las raíces y fundamentos de la fe cristiana.
Estos son solo algunos ejemplos de los tipos de teologías que podrás explorar a través de nuestra biblioteca digital.
Sea cual sea tu área de interés o tu nivel de conocimiento, encontrarás libros que se adaptarán a tus necesidades y te ayudarán a profundizar en el estudio de la teología cristiana.
No esperes más para sumergirte en el fascinante mundo de la teología. Descarga nuestros libros de teología en formato PDF y comienza a expandir tus horizontes teológicos. ¡Explora los diversos tipos de teologías y enriquece tu comprensión de la fe!.
¿Dónde descargo los libros?
Libros Recomendados De Teología Bíblica Evangélica
- Louis Berkhof. Teología sistemática.
- James Montgomery Boice. Los fundamentos de la fe cristiana. Miami: Editorial Unilit – LOGOI, Inc. 1996.
- Juan Calvino. Institución de la fe cristiana. Mi tienda evangélica.
- Lewis S Chafer. Teología sistemática. 2 Vols. Amazon, 1999.
- N. Darby, Introducción a la Biblia. Ediciones bíblicas, 1991.
- Garret h., James Leo. Teología sistemática. El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1996.
- W. V. y Kaller, Donald W. Confesión de fe de Westminster. México: Libros Desafío, 1993.
- Francisco Lacueva. La Persona y obra de Jesucristo. Editorial CLIE.
- Curso práctico de teología bíblica. Editorial CLIE, 1998.
- I. Packer, Teología concisa. Editorial Unilit.
- Pearlman, Myer. Teología bíblica y sistemática. Editorial Vida.
- Charles C Ryrie. Teología básica.
¿Qué estudia la teología?
Wayne Grudem
Es autor de varios libros, incluido Teología sistemática: una introducción a la doctrina bíblica , que aboga por una soteriología calvinista , la inspiración verbal plenaria y la infalibilidad de la Biblia, el bautismo de creyentes , una forma de gobierno de la iglesia de ancianos plurales y el punto de vista complementario de las relaciones de género.
La teología sistemática es un libro de texto de teología de gran influencia que ha vendido cientos de miles de copias.
Grudem sostiene creencias carismáticas no cesionistas y en un momento fue un partidario calificado de la Vineyard Movement y uno de los principales apologistas y portavoces de la reunificación de iglesias carismáticas, reformadas y evangélicas.
La teología sistemática es cualquier estudio que responde a la pregunta: «¿Qué nos enseña hoy toda la Biblia?» respecto a un tema dado.
Esta definición indica que la teología sistemática incluye la recolección y comprensión de todos los pasajes bíblicos relevantes a varios temas y luego resume sus enseñanzas claramente para que podamos saber qué creer respecto a cada tema.
¿Qué es la Teología Bíblica?
Teología bíblica significado.
La teología bíblica tiene un significado técnico en los estudios teológicos. Es la categoría más amplia que contiene tanto la teología del Antiguo Testamento como la teología del Nuevo Testamento.
La teología bíblica da especial atención a las enseñanzas de los autores individuales y secciones de la Biblia y al lugar de cada enseñanza en el desarrollo histórico de las Escrituras.
Practicar la teología bíblica es conocer a Dios mismo. Estoy usando el término “teología bíblica” con dos cosas en mente.
Primero, debemos de tener en mente que la Biblia es la auto-revelación de Dios; es la fuente material en donde se originan los grandes misterios de Dios.
El cristiano que está interesado en conocer a su Dios es un cristiano que está interesado en conocer lo que Dios dice de sí mismo en la Biblia.
Tal cristiano no comenzará sus enunciados diciendo, “Me gusta pensar de Dios como un…” Este cristiano ha aprendido a no mezclar el Cristianismo con un poco de Hinduísmo, y tal vez una pizca de Budismo, para obtener una deidad “hecha a la medida”.
No, el miembro que busca con seriedad el conocimiento de Dios, es el miembro que está comprometido con lo que la Biblia dice acerca de Dios, porque la Biblia es donde Dios se revela a sí mismo.Practicar teología bíblica es conocer la macro historia redentora de Dios.
Segundo, el teólogo bíblico es una persona comprometida a entender la historia de la revelación, los grandes temas y doctrinas de la Biblia, y cómo es que embonan entre sí.
En otras palabras, un miembro saludable se compromete a entender la unidad de la Biblia como un todo–no solamente pasajes aislados o favoritos.
El miembro saludable se acerca a la Biblia sabiendo que lee una historia maravillosa de cómo Dios redime a su pueblo para su propia gloria. Y en esa historia, el miembro ve que Dios es un Dios creador, un Dios santo, un Dios fiel, un Dios amoroso, y un Dios soberano que hace y cumple promesas, comenzando con Adán y Eva y progresando hasta la consumación final de todas las cosas.
¿Cómo Promueve la Teología Bíblica la Salud de los Miembros de la Iglesia?
En la popular Teología Sistemática, de Wayne Grudem, se delinean varios beneficios de estudiar teología sistemáticamente. Muchos de los beneficios vienen a la par de estudiar teología bíblica. Grudem propone varios beneficios que son dignos de resumir aquí.
Primero, practicar teología bíblica nos ayuda a crecer en nuestra reverencia hacia Dios. Al encontramos con el Dios de la Escritura que establece y guarda sus promesas de pacto con su gente, vemos algo en la majestad de Dios. Se aprecia con mayor claridad que Dios hace que todas las cosas ayuden a bien.
Desde la promesa hacia la mujer de que su Simiente heriría la cabeza de la serpiente (Gn. 3:15), hasta sanar los vientres infértiles para que la Simiente fuera preservada (Gn. 17:15–19; 21:1–2; 29:31; 30:22; Is. 7:14).
Cuando vemos que Dios es, fue, y será el mismo Dios creador, santo, fiel, amador, y soberano con nosotros, así como lo ha sido con otros, somos conmovidos a creer y adorar a Dios. Si queremos conocer y adorar a Dios verdaderamente, debemos dedicarnos a ser teólogos bíblicos que entiendan la narrativa y los temas de la Escritura.
Segundo, practicar teología bíblica nos ayuda a corregir nuestras ideas erróneas. Todos nosotros encontramos varias enseñanzas en la Biblia que nos retan, nos confunden, o nos provocan.
En muchas ocasiones, rehusamos aceptar estas enseñanzas por la dureza de nuestro corazón debido al pecado. Podemos evadir un versículo aquí o allá; versículos que nos confrontan o nos disgustan.
Pero cuando nos comprometemos a entender la gran fotografía de la revelación bíblica y el peso total de la enseñanza de la Escritura en algún asunto en particular, somos más prontos a reconocer nuestras ideas erróneas.
La teología bíblica nos ayuda a ver cómo Dios ha hablado constantemente el mismo mensaje a su pueblo en diversos lugares y diversas maneras (He. 1:1), un mensaje que todos reverenciaremos y aceptaremos algún día (Is. 45:22–24; Ro. 14:10–12; Fil. 2:9–11).
Mientras nos preparamos en oración para estudiar teología bíblica, somos conducidos a someternos gozosamente a Dios y a deshacernos de nuestras ideas erróneas acerca de él.
Tercero, practicar teología bíblica nos ayuda a inocular la iglesia en contra de controversias doctrinales. La historia eclesiástica está repleta de controversias entre congregaciones.
Las iglesias están mejor preparadas para enfrentar y resolver productivamente tales controversias cuando mantienen un buen entendimiento de la teología bíblica, sistemática, e histórica.
Esto es cierto porque cualquier cosa que la Biblia tenga que decir acerca de algún asunto está relacionada con todo lo demás que dice la Biblia.
La teología bíblica nos ayuda a mantener la continuidad y consistencia de la enseñanza bíblica. Involucrarse en el estudio de la teología bíblica es similar a armar un rompecabezas.
Cuando una pieza del rompecabezas parece extraña, podemos buscar su lugar viendo la gran foto en la caja. Cuantas más piezas tengamos en su lugar, será mucho más sencillo acomodar el resto sin cometer errores.
Similarmente, entender teología bíblica es como tener la gran foto del rompecabezas que nos permite aceptar buena teología y rechazar teología errante.
Las Escrituras “están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos” (1 Co. 10:11), y el conocimiento de las Escrituras protege a la iglesia de fábulas profanas y de disputas interminables.
Cuarto, practicar teología bíblica es necesario para cumplir la Gran Comisión.
Jesús nos mandó a enseñar a los creyentes a observar todo lo que él manda (Mt. 28:19–20). Sin una teología bien formada, incluyendo un entendimiento acertado de cómo los mandamientos de Dios deben ser entendidos en su contexto apropiado y a la luz de su desarrollo en la historia, es muy difícil obedecer el mandato de Dios de enseñar a otros a obedecer.
¿Qué debemos enseñar? ¿Qué debemos obedecer? ¿Cómo sabremos qué aplicar a nuestra vida? Estas preguntas son contestadas mejor cuando los cristianos conocen teología bíblica y conocen a su Dios.
Pero tal vez el beneficio más convincente de practicar teología bíblica es que profundiza y ameniza nuestro entendimiento del evangelio. Jesús y los apóstoles no tenían necesidad del Nuevo Testamento para proclamar el evangelio.
Ellos dependían del Antiguo Testamento y entendían que el Antiguo Testamento apuntaba a Jesús (Lc. 24:27, 44–45). El teólogo bíblico sigue los pasos de Jesús y los apóstoles, dominando la unidad de la Escritura, viendo a Cristo y al evangelio a través de él.
Definición de teología.
A la teología se la puede definir como una explicación sistemática de los contenidos de una fe religiosa. Esta definición general puede aplicarse igualmente a la teología judía, musulmana, cristiana u otras.
La teología pretende exponer comprensiva y coherentemente las distintas doctrinas esenciales de una religión en particular. Pretende proveer una estructura lingüística y una integración conceptual de lo que puede ser conocido respecto a Dios y su relación con el mundo.
La teología cristiana es una explicación metodológica de los contenidos de la fe cristiana y es primordialmente una función de la iglesia cristiana. Es el resultado de una participación y de una reflexión disciplinada sobre la autorrevelación de Dios en Jesús de Nazaret.
Es la fe cristiana presentada en una forma particular de expresión. Los teólogos cristianos trabajan dentro de esta comunidad y son responsables ante ella.
Pero la teología cristiana no es simplemente reafirmar las creencias de la iglesia en el pasado. Puesto que la iglesia testifica de Cristo en el mundo contemporáneo y vive también en este mundo, la teología debe permanecer como una actividad dinámica.
Por medio de la teología, la iglesia, en forma repetida, responde la pregunta, para sí misma y para el mundo: “¿Qué significa confesar que Jesús es el Cristo?”
La teología cristiana no es primordialmente una reflexión sobre la fe cristiana como tal, sino acerca de Dios, quien vino para redimir encarnado en Jesús de Nazaret y quien, por medio del Espíritu Santo, crea fe en la iglesia.
La teología cristiana puede dividirse, por lo menos, en cinco clasificaciones, comúnmente llamadas disciplinas teológicas:
- teología bíblica
- teología histórica, estudia la historia del pensamiento cristiano, su organización temática y su instrucción o enseñanza continua para la
- teología sistemática, tiene una fuerte influencia de la teología bíblica e histórica; su tarea es establecer sistemáticamente los contenidos de la fe cristiana con referencia al contexto general de la época en la cual trabaja el teólogo.
- teología moral o ética cristiana, pretende establecer una comprensión sistemática de cómo la iglesia y el cristiano, dentro de la vida de la iglesia, pueden ser testigos de la nueva realidad establecida por Cristo.
- teología práctica o aplicada, incluye la teología pastoral, misiología y educación cristiana.
¿Por Qué Deben Los Cristianos Estudiar Teología?
¿Por qué deben los cristianos estudiar teología sistemática? En otras palabras, ¿por qué debemos tomar parte en el proceso de recoger y resumir las enseñanzas de muchos pasajes bíblicos individuales sobre temas particulares? ¿Por qué no seguir simplemente leyendo la Biblia regularmente todos los días de nuestra vida?
La razón básica.
La razón más importante para estudiar la teología sistemática es que nos capacita para obedecer el mandamiento de Jesús de enseñar a los creyentes a observar todo lo que él nos mandó:
«Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo» (Mt 28:19–20).
Ejemplos De Teología Bíblica
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Una Introducción al Arminianismo Clásico
El Arminianismo clásico distinguido de los sistemas
Pelagiano y Semipelagiano
“Que ningún hombre vocifere contra el arminianismo a menos que sepa lo que él significa” John Wesley
El arminianismo clásico es comúnmente confundido con los sistemas teológicos pelagiano y semipelagiano. Esta confusión se deriva de dos razones:
- 1ª, Desconocimiento absoluto de las premisas de los tres sistemas y,
- La selección arbitraria de opiniones de teólogos que abandonaron la soteriología original del arminianismo clásico.
En cuanto a esta segunda razón, expresada en la introducción del libro, algunos estudiosos deberían dedicarse más a la agudeza intelectual honesta, evitando colocar en el mismo saco a los teólogos que negaron las primeras premisas del sistema arminiano clásico junto a los teólogos fieles a las mismas.
No es honesto etiquetar a todos los calvinistas de liberales sólo porque Friedrich Schleiermacher (1768-1834), calvinista, y considerado el padre de la teología liberal, abandonó la ortodoxia, como argumenta Roger Olson…
Introducción A La Teología
Escribir una Introducción a la Teología es un ejercicio interesante, apasionante a veces, por dos motivos. He aquí el subjetivo: está bien que en la proximidad de la jubilación académica se emprenda la tarea de pensar reflejamente lo que ha sido la larga tarea de pensar, enseñar y escribir teología, empeño demasiado vasto para la brevedad de la vida.
Quizás no sería bueno escribir una Introducción a la Teología en los años mozos. Ahora, al final de la enseñanza, se saborean de verdad los contenidos de la teología.
Aquí entramos en el motivo más objetivo: el interés apasionante de la materia en sí misma. La tarea de componer una Introducción teológica supone no sólo pintar un cuadro sino describir, analizar y valorar todos los elementos que lo integran.
Aquí juegan la revelación y la fe
(cap. 1.°); la unidad de la fe y las distintas teologías (cap.2.°); el problema simple y complejo de comparar la sabiduría propia de la teología con las ciencias de nuestro mundo y de nuestras universidades: el problema de la teología como ciencia (cap. 3.°); viene luego el problema de las fuentes del saber teológico, que tiene en Melchor Cano, en el siglo xvi, su mayeuta indiscutible (cap. 4.°).
Un quinto capítulo, sobre las mediaciones de la teología, da cuenta de las ciencias humanas que pueden ser asumidas por el teólogo, las cuales casi se corresponden con los tres últimos «lugares teológicos» de Cano: la razón humana, la historia, y otras ciencias, como la sociología y la psicología.
En seguida vienen los tres grandes lugares tradicionales del saber teológico: la Sagrada Escritura (cap. 6.°), la Tradición (cap. 7.°) y el Magisterio (cap. 8.°). El libro camina hacia su conclusión, con un estudio sobrio pero no superficial sobre el lenguaje (cap. 9.°).
Finalmente, se cierra con la consideración de lateología como factor de inculturación de la fe (cap.10).
Teología De Los Salmos
HANS-JOACHIM KRAUS
Según los planes primeros, esta Teología de los salmos debía aparecer como uno de los capítulos introductorios del primer volumen de los salmos. Pero la obra adquirió unas dimensiones tales que
se hizo inevitable la necesidad de publicarlo en volumen aparte.
En la parte introductoria del comentario de los salmos nos limitamos a presentar los trazos de un primer diseño de la teología de los salmos.
Pero la peculiaridad de éstos (la constante aparición de determinados temas, de formas de hablar, de concepciones y theologumena en todos los cantos y oraciones) sugería la necesidad de una presentación más amplia.
Lo más interesante y atractivo de esta empresa era diseñar una especie de teología del antiguo testamento in nuce, referida al culto veterotestamentario, a la presencia de Israel ante su Dios. Pero también la pregunta acerca de la vida y padecimientos de cada persona ante Dios podía tener respuesta importante en la presentación teológica global.
Finalmente, transcendiendo cada una de las observaciones concretas apuntadas en el comentario de los salmos, nos pareció que podíamos intentar trazar una perspectiva bíblica y teológica en el contexto de ambos testamentos: los salmos en el nuevo testamento (cap. 7).
Esta orientación responde a uno de los objetivos esenciales del «Comentario Bíblico» y a una tendencia de investigación seguida por el autor de este volumen en su trabajo sistemático desde hace muchos años.
Historia De La Teología Cristiana
En esta obra examinaremos sólo el ámbito de la teología: el modo como ella, intellectus fidei, se desarrolla como reflexión del germen inicial contenido en la Sagrada Escritura. La teología es la aventura, grande y humilde, de la reflexión eclesial:
los padres primitivos y los teólogos medievales, intérpretes del acontecer cristiano, pesan todavía, no porque los teólogos de hoy tengan que repetirlos obstinadamente, sino porque encontramos en ellos aquella fe suficientemente
dinámica que ha aceptado el riesgo de reconciliar provisoriamente en un lenguaje relativo unas perspectivas cuyo punto de origen es trascendente e inexpresable. Durante mucho tiempo la historia de la teología, como también
la historia de la espiritualidad, comportó el inventario y el análisis de aquellas obras que explicaban la reflexión, a través del tiempo y del
espacio, y se esforzó en discernir, dentro de la zona así delimitada, las causas que habían determinado, por una parte, las conductas espirituales, y, por otra parte, las expresiones en que éstas se presentaban.
Ciertamente, los historiadores procedían así en todos los campos, desde la economía y las ciencias hasta la vida política: atenta a los hechos, a las cronologías, a los grandes hombres, a las estructuras, a los conflictos, esta historia intentaba explicar, documental e intelectualmente, el pasado consignado en los testimonios escritos y considerado en su bruta objetividad.
La historia de la teología seguía el mismo modelo. Venía a resultar una ciencia auxiliar que ofrecía suexposición sistemática a la teología erigida en su abstracción intemporal.
Dios, ser humano y mundo
Entre la filosofía y la teología
«Toda Teología está fundada en la Sagrada Escritura, basa toda tradición teológica en la Sagrada Escritura, y a ésta torna siempre de nuevo.
Permaneced, por ello, siempre fieles al doble cometido de toda interpretación bíblica: conservad el incomparable Evangelio de Dios, que no está hecho por los hombres y, al mismo tiempo, tened el valor de trasmitirlo de nuevo al mundo con esta pureza.
El estudio de la Sagrada Escritura sigue siendo, por ello, como dice la Constitución del Concilio Vaticano II sobre la Divina Revelación el «alma de la Teología» (Dei Verbum no 24)».
Juan Pablo II a los Teólogos alemanes (18-11-80).
La Teología es el tratado acerca de Dios. Etimológicamente, está compuesta de dos términos: Theo (que significa “Dios”) y logos (que significa “palabra”).
No es un concepto de origen bíblico, sino pagano. Platón, por ejemplo, llama “Teología” al discurso que los poetas hacen sobre los dioses. Aristóteles, en cambio, llama “Filosofía teológica” al tratado de los seres en cuanto seres, y de éstos en relación al Ser inmóvil.
En el orden cultual, además, hay tres teologías:
• la mitológica;
• la natural o filosófica-cosmológica;
• la civil o política.
En el ámbito del cristianismo primitivo, se llama teólogos a los poetas que componen himnos bajo la inspiración del Espíritu Santo. Recién en el siglo IV, comienza a ser usada como “estudio de la Trinidad”.
En Oriente, en el contexto de una visión mística de este saber, se la entiende como “la unión del Alma con Dios en virtud de la contemplación”.
En Occidente, la perspectiva es distinta, pues es concebida como una interpretación de la fe, es decir un estudio de la Sagrada Escritura.
La renovación teológica que, alentada desde el Concilio Vaticano II y reclamada por las nuevas situaciones de la sociedad moderna, intenta
abrirse paso en nuestros días, no podrá ofrecer frutos maduros si prescinde de toda la tradición teológica y si no se alimenta de la misma savia de la verdad divina en la que los pensadores antiguos libaron su pensamiento.
Olvidar o descuidar el acervo doctrinal del pasado es un riesgo sin compensación en cualquier rama del saber, pero sobre todo en la ciencia teológica, donde no hay otro campo de investigación que la única revelación continuamente remojada y la única doctrina salvadora fermentando en las variadas situaciones de los hombres.
La moral ocupa en la Suma teológica de Santo Tomás la parte más amplia, pues comprende también toda la II-II. Junto con ésta que nos toca introducir, se ha considerado la sección más original y genial del Doctor de Aquino.
Su teología moral, dividida orgánicamente en definiciones y demostraciones perfectamente concatenadas entre sí, hace confluir en ella la gran mayoría de las doctrinas éticas hasta entonces conocidas.
No es extraño que, no mucho tiempo después, la perspectiva moral de la Suma teológica se convirtiese en punto de referencia obligatorio para los tratadistas católicos.
El mismo magisterio hizo de ella el puntal de su enseñanza y la norma para sus documentos oficiales.
Con toda claridad indica Santo Tomás, en el prólogo a la II-II, el nuevo tipo de discurso que va a desarrollar, la materia de estudio y los objetivos que se propone en esta nueva sección de su teología moral.
Va a pasar de una consideración general a un estudio más particular de «cada realidad moral en especial», pues las acciones humanas, contenido de la ciencia moral, son singulares.
Toda la materia la reduce al estudio de las virtudes y de los estados en los que los diferentes grupos de hombres las ejercitan, reduciendo, por otra parte, las innumerables virtudes morales a las cuatro cardinales, que serán estudiadas después de las tres teologales.
El objetivo que se propone es doble: uno pedagógico, que consiste en simplificar el estudio de la materia evitando repeticiones inútiles, gracias a esa reducción, y el objetivo, propiamente teológico-moral, de considerar la actividad moral de forma más práctica y concreta que en la I-II.
Santo Tomás de Aquino nos introduce en la cuestión 80 a todo el tratado de las virtudes potenciales de la justicia (q.80-120), situadas en el contexto de la II-II de la Summa Theologiae. La sistematización de estas virtudes se fundamenta en las nociones de justicia y de parte potencial.
La virtud de la justicia implica dar a otro lo debido, de manera que se establezca o se restablezca la igualdad correspondiente. Sabido es que la justicia particular tiene partes subjetivas, integrales y potenciales (cf. II-II q.61, intr.; 48,1; 128,1; 143,1).
Las partes subjetivas, o especies de la justicia, responden a la división del todo, en este caso
la justicia en general o legal, cuyo resultado es la justicia particular, es decir, la justicia conmutativa y distributiva (cf. II-II q.61-78).
Las partes cuasiintegrales de la justicia no responden a virtudes diferentes, sino a las condiciones psicológicas exigidas para el perfecto ejercicio de la virtud; por ejemplo, el propósito de practicar el bien y evitar el mal (cf. II-II q.79).
La doctrina bíblica de Dios, también conocida como Teología Propia, es una parte fundamental de la
teología sistemática.
La Teología Propia, tradicionalmente, abarca la enseñanza bíblica acerca del conocimiento, ser y obra de Dios. Este curso, al final de cuentas, será una introducción al estudio de nuestro maravilloso Dios.
El estudio de la doctrina de Dios no puede ser un simple ejercicio académico, sino debe ser un acto de adoración. Al estudiar el ser y las obras del Dios de los siglos debemos caer de rodillas ante él en adoración.
CONTENIDO
Lección 1: El conocimiento de Dios.
Lección 2: La Palabra de Dios
Lección 3; La Trinidad
Lección 4: Atributos de Dios I
Lección 5: Atributos de Dios II
Lección 6: La Creación
Lección 7: El Decreto Eterno y la Providencia
Lección 8: El Problema del Mar
Teología Bíblica
P E N S A N DO B Í B L I C A M E N T E PA R A
EDIFICAR IGLESIAS SANAS
La teología bíblica es una disciplina por sí sola, diferente a la teología sistemática o la teología histórica. Podemos decir que es una herramienta de la hermenéutica (la hermenéutica es la ciencia que se encarga de la interpretación del texto bíblico).
Bastantes personas, como el amigo que mencionamos, confunden la teología bíblica con la teología sistemática, cuando las dos son diferentes.
La teología sistemática es la aplicación de la palabra de Dios a todas las áreas de la vida humana, mediante la organización sintetizada de temas específicos, ejemplo, ¿qué dice la Biblia sobre el amor de Dios?; mientras que la meta de la teología bíblica no es formular una doctrina cristiana para hoy, más bien un entendimiento de lo que el texto bíblico revela acerca de Dios y su relación con su creación a través de la historia.
Fuente: 9Marcas
¿CUÁNTOS TIPOS DE TEOLOGÍAS HAY?
La teología se divide en varios ramos, a saber:
Teología exegética
Teología exegética (vocablo que en el idioma griego significa “extraer”; en este caso, la verdad) procura establecer el significado verdadero de las Escrituras. Este ramo de la teología requiere conocimientos de los idiomas originales en los cuales fueron escritas las Sagradas Escrituras.
Teología histórica
Investiga la historia del desarrollo de la interpretación doctrinal. Encierra el estudio de la historia eclesiástica o de la iglesia.
Teología dogmática
Constituye el estudio de los asuntos fundamentales de la fe, según los enuncian los credos de la iglesia.
Teología bíblica
Sigue el progreso de la verdad a través de los diversos libros de la Biblia, y describe la forma como cada uno de los escritores presenta las doctrinas importantes.
Por ejemplo, al estudiar la doctrina de la expiación, según este método, uno investigaría de qué manera se trata la materia en cuestión en las diversas secciones de la Biblia:
Hechos, las Epístolas y Apocalipsis. O uno descubriría qué dijeron Cristo, Pablo, Pedro, Jacobo o Juan con respecto a la materia. O se podría establecer qué enseña cada libro o sección de las Escrituras con respecto a doctrinas relativas a Dios, a Cristo, a la expiación y a la salvación.
Teología sistemática
En este ramo de estudio, las enseñanzas bíblicas con respecto a Dios y el hombre están organizadas por temas, de acuerdo con un sistema definido. Por ejemplo, los versículos o pasajes que se relacionan con la obra de Cristo están clasificados bajo el título de Doctrina de Cristo.
El material de lectura que figura en este libro es una combinación de teología bíblica y teología sistemática.
Es bíblica en el sentido de que las verdades son extraídas de las Escrituras, y el estudio se encamina mediante las preguntas siguientes: ¿Qué dicen las Sagradas Escrituras? (exposición) y ¿qué significan las Escrituras? (interpretación).
Es teología sistemática puesto que el material está arreglado de acuerdo con un orden definido.
UN SISTEMA DE DOCTRINA
¿En qué orden serán organizados los temas? No impondremos reglas rígidas. Hay muchas formas de organizar, y cada una de ellas tiene su valor. Trataremos de seguir el orden basado en el trato de Dios con el hombre con referencia a la redención.
- La doctrina de las Sagradas Escrituras
¿De qué fuente extraeremos verdades infalibles con respecto a Dios? La naturaleza ciertamente revela su existencia, poder y sabiduría; pero no nos habla de perdón alguno, no proporciona escape del pecado y de sus consecuencias, no suministra incentivo alguno para seguir la santidad y no contiene revelación alguna con respecto del futuro.
Dejamos el libro primero de Dios, la naturaleza, y abrimos el otro Libro de Dios, la Biblia, donde hallamos la revelación de Dios con respecto a las materias citadas anteriormente.
¿Sobre qué fundamentos aceptamos como correcto el punto de vista bíblico? La respuesta a esa pregunta nos conduce al estudio de la naturaleza, inspiración, exactitud y carácter digno de confianza de las Sagradas Escrituras.
- La doctrina de Dios
Tratamos luego de establecer lo que nos enseñan las Sagradas Escrituras con respecto a la más grande de todas las realidades: Dios, su naturaleza y existencia.
- La doctrina de los ángeles
Del Creador pasamos naturalmente a estudiar sus criaturas, y así consideramos la más elevada de sus criaturas: los ángeles. Este tema abarca también los ángeles malos, Satanás y demonios.
- La doctrina del hombre
No empleamos mucho tiempo en el estudio de los espíritus buenos y malos, sino que pasamos con rapidez a considerar el punto de vista bíblico con respecto al hombre, puesto que todas las verdades de las Escrituras se agrupan alrededor de dos puntos focales: Dios y el hombre. Al estudio de Dios, le sigue inmediatamente en importancia el estudio del hombre.
- La doctrina del pecado
El hecho más trágico relacionado con el hombre es el pecado y sus consecuencias. Las Sagradas Escrituras nos hablan de su origen, naturaleza, consecuencias y cura.
- La doctrina de Cristo
El estudio del pecado del hombre es seguido por un estudio de la persona y obra de Cristo, el Salvador del hombre.
- La doctrina de la expiación
Bajo este título consideramos los hechos que arrojan luz sobre el significado de la obra suprema de Cristo en bien del hombre.
- La doctrina de la salvación
¿De qué manera se aplica la expiación a las necesidades del hombre y se convierte en una realidad en su vida? Los hechos o verdades que constituyen la respuesta están agrupados bajo el título de Doctrina de la salvación.
- La doctrina de la sanidad divina
El estudio de la sanidad divina es importante en el sentido de que muestra una forma por la cual Dios comunica su amor, compasión e interés en los hombres.
- La doctrina del Espíritu Santo
¿De qué manera la obra de Cristo para el hombre es convertida en una realidad en el hombre? Este punto es tratado en la Doctrina de la naturaleza y obra del Espíritu Santo.
- La doctrina de la iglesia
Es evidente que los discípulos de Cristo necesitan alguna clase de organización para los fines de adoración, instrucción, comunión y propagación del evangelio. El Nuevo Testamento nos habla con respecto a la naturaleza y obra de esta organización.
- La doctrina de los acontecimientos postreros
Es natural que dirijamos la mirada al futuro, y nos preguntemos de qué manera terminará todo, ya sea la vida, la historia, el mundo. Todo lo que se ha revelado respecto al futuro está agrupado bajo el título de los acontecimientos postreros.
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